Sin embargo, cuando los inspectores visitaron el restaurante a principios de Agosto, encontraron más de 20 kilos de comida caduca (vencida) como hamón, endibia y tripa de res en su cocina, incluyendo aproximadamente cinco kilos de caracol con fecha de caducidad de julio del 2012.
La inspección del Antiquarius fue una de varias incursiones realizadas este año al tiempo que los funcionarios buscan mejorar los estándares de los restaurantes de la ciudad en momentos que mas visitantes llegan a raudales a Río de Janeiro previo a la Copa Mundial 2014 y a los Juegos Olimpicos 2016.
"Algunos restaurantes piensan que nunca seran inspeccionados, simplemente por que son muy chic y caros", dijo Cidinha Campos, directora de la agencia de protección al consumidor en Rio de Janeiro.
Campos agregó que el restaurante, que sirve platillos inspirados principalmente en la cocina de Portugal, podría enfrentar una multa desde US$200 hasta US$3 millones.
Muchas personas han visto con buenos ojos las inspecciones de los restaurantes de Rio de Janeiro, donde los visitantes con frecuencia se asombran por la belleza natural y las propuestas culturales, pero con frecuencia lamentan los precios por las nubes y el servicio descuidado o apático en los restaurantes de la ciudad.
En otra acción,los inspectores encontraron pescado en estado de descomposición y carne de res caduca en la cocina del Copacababa Palace, la joya de Art Deco en la Playa Copacabana. Campos dijo que el hotel pagó una multa de más de US$100 mil.
También se descubrió que una serie de otros lugares lujosos cariocas tenía comida caduca en sus cocinas, entre ellos el Quadrifoglio, restaurante italiano en el distrito de Jardin Botanico, y en Brigete's, un bistro de Leblon.
Unos cuantos restaurantes lujosos no tuvieron comida caduca, entre ellos Gero, y Zuka.
Los inspectores de alimentos también se han enfocado en restaurantes más baratos, supermercados y en las cocinas de los hoteles de amor de Río de Janeiro, sus afamados establecimientos de paso.
Pedro Mello, vocero del Antiquarius,dijo que la comida caduca encontrada por los inspectores era "injustificable". Agregó que el personal responsable por los alimentos caducos estaba enfrentando acciones disciplinarias.
La inspección es solo uno de los problemas del Antiquarius, que está en la misma cuadra en Leblon donde vive Sérgio Cabral, el poco popular gobernador de Río de Janeiro.
Cabral ha sido asediado desde Junio por manifestantes enfurecidos por la brutalidad policiaca y los abusos de poder de las autoridades. El tráfico de clientes de Antiquarius ha caído marcadamente en semanas recientes, dijo Mello.
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